HORRÍFERA
Había una vez, un huevo feo feo, y muy diferente a cualquier otro huevo que se encontrara en medio del bosque de los abedules.
Después de una hora el huevo se rompió y empezó a aparecer un animal desconocido y feo, el cuál cuando se levantó de las cáscaras de este, todos los animales que se encontraban alrededor salieron corriendo espantados, ante la contemplación de tanta monstruosidad.
El animal llamado Horrífera, al acercarse al pequeño arroyo al beber un poco de agua, vió en su reflejo que estaba fea, su cara tenía verrugas, estaba panzona y sus uñas eran gruesas y feas, y su cuerpo era de un color verdoso oscuro, lleno de espinas y escamas.
Al ver esta imagen, Horrífera salió corriendo y se pusó a llorar desconsoladamente al lado de un enorme árbol de bellotas, cuando de pronto una ardilla de hermosa cola dorada que estaba rondando por el lugar en busca de alimentos, escuchó ese llanto tan desgarrador; que acudió a la fuente del sónido, al ver a ese horrible animal, sintió una enorme ternura y se acercó a el sin miedo, porque supuso que alguién con tanto sufrimiento, no podría ser tan malo como para hacerle daño. Al acercarse a ese animal le dijo:
- No llores Horrífera, porque tus lágrimas me caen de golpe y dobletean mi tamaño.
La bestia le contestó :
- Estoy muy triste porque soy muy fea y nadie quiere ser mi amigo, porque doy miedo y no me aceptan por ser diferente.
Al escuchar esto, la hermosa ardilla, se dió cuenta que Horrífera tenía muy bellos sentimientos, los cuáles no concordaban con la grotesca imagen que estaba contemplando.
Desde ese día la ardilla y Horrífera se volvieron amigos inseparables, y siempre que la ardilla necesitaba ayuda, la bestia estaba presta a auxiliarla; y la ardilla se subía a los árboles para bajarle las bellotas mas grandes de los arboles.
Así llegó el otoño y todos los animales del bosque de los abedules fueron invitados a una celebración en donde se nombraría al Oso Perk, jefe de la aldea, todos los animales acudieron a la fiesta con excepción de Horrífera. Al notar esto, la ardilla fué a buscar a este animal y lo convenció de ir a la fiesta.
Al llegar a la reunión todos los animales se callaron, y dejaron de celebrar, la miraron con miedo, asombro y desprecio, y algunos salieron corriendo de susto.
Al ver esto Horrífera se puso a llorar, pero la ardilla de cola dorada le jaló un brazo y la acercó hasta el gran Oso Perk y le dijo:
-¡No corran, no corran!, porqué no les hará daño.
El Oso Perk le contestó:
- ¿Y como estas tan segura?
-Porque ella es mi mejor amiga, además "nunca juzguen por las apariencias, porque dentro de un ser grotesco se pueden albergar los sentimientos más hermosos."
-No tengo familia, ni amigos, la única persona que me habla en el bosque es mi amiga la ardilla- dijo Horrífera.
El oso Perk y los demás animales se compadecieron de ella y el gran jefe decretó que desde ese día nunca nadie debería de despreciar a cualquier animal que se viera distinto a ellos, y su mandato se cumplió .
Así pasó el tiempo, y un día apareció otro ser igual a Horrífera. Todos los animales del bosque le dieron la bienvenida y lo llevaron hasta donde estaba ella.
La bestia se mostró sorprendida al ver a alguien tan parecido a ella. Entonces este nuevo animal le dijo:
- Es un honor encontrarte por fin princesa Musk, desde hace años alguién te robó de los reinos de tu madre, y las búsquedas por todo el mundo han sido incansables- dijo inclinandose ante ella.
- ¿Yo soy una princesa?,- preguntó asombrada Horrífera.
-Sí, así es, nosotros somos los guardianes de este mundo, y vivimos en un reino, donde todo es bondad, nuestro destino es buscar a las personas y animales que sean benévolos con sus semejantes. Para que cuando mueran vayan a la paz eterna.
-En serio....- dijo Horrífera
- Sí, y como premio a esta aldea por haberte tratado tan bien, siempre cuidaremos de ustedes y no permitiremos que los incendios y plagas lleguen hasta este sitio. Ahora mi princesa es momento de despedirnos de tus amigos.
- Los quiero mucho, gracias por todo su apoyo, -dijo con lágrimas en los ojos Horrífera y emprendió el vuelo al lado del guardían.
Todavía el día de hoy se cuenta en la aldea, el gran momento en que la princesa Musk llegó a estos parajes y dejó la enseñanza para los hijos de los hijos de los hijos de los aldeanos, lo siguiente:
"Las apariencias engañan, nunca juzgues a nadie, antes de conocerlo, la belleza más grande es la que se alberga en el corazón, y es la que nunca se consume así pasen los siglos y miles de años ".
FIN
Escrito por: Gisselle Karina Ayala Vidal.
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