La princesa y el príncipe estaban empezando un romance, bueno eso creía ella, por lo tanto un día la princesita me lo presentó, y creo que hubo un flechazo entre él y yo, por lo tanto yo como bruja decidí hacer una poción para atraparlo para siempre, pero la mujer de miel se enteró y se encerró en castillo, bueno en su casita de los suburbios, y decidió sacar a la brujita de su lista de amigos. Pero esto no sirvió para aliviar el alma de la pobre princesita, porque despues de algunos dias su corazón se le empezó a poner duro de tristeza y dolor por la traición de la brujita hacia ella y el dolor por la pérdida del dulce príncipe.
Pasaron los meses pero la brujita no lograba que sus conjuros pudieran ablandar el corazón de la princesita, pero una noche todo se lleno de color en casa de la princesa y ella salió a la calle. De nada importó que el príncipe tuviera otra novia, ella había encontrado la verdadera amistad en la brujita, que muy apenada siempre estuvo a su lado, y nunca la dejó sola. Y muy felices y contentas, se subieron a la escoba y se pusieron a volar.
Escrito por Daniela Carranza Saucillo
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